Palabras
Hola, gente bonita:
La palabra es el medio de comunicación que más utiliza el ser humano. Ahora mismo estas leyendo las palabras que salen de dentro de mi. Con ellas podemos expresar lo que sentimos y podemos entender el mensaje que quiere transmitir otra persona. Pero, hay que tener cuidado con ellas. Así como las palabras te pueden fortalecer, te pueden destruir. Cuidado con lo que dices, y aún más con las que recibes. Las palabras, después de dichas, no se pueden borrar.
Emitir palabras hirientes puede ser sumamente dañino para las dos partes. Nosotros como emisores de estas nos sentimos poderosos e invencibles al decirlas. Quizás son parte de un relajo, quizás son por omitir tu verdadera opinión o quizás de verdad sientes la necesidad de decir esas cosas feas. Un "diache, estás engordando" tiene un efecto gigante en quien recibe el comentario. Muchas veces ni cuenta nos damos de decir comentarios así. Por eso digo, hay que tener mucho cuidado cuando utilizamos este tipo de palabras.
También está la versión de quienes recibimos este tipo de palabras. Hay momento en que las personas las pueden recibir, sin problemas, y simplemente ignorar la parte hiriente. Sin embargo, hay momentos en que esos comentarios se quedan dando bandazos en la cabeza. Sobre todo si viene de personas a las que apreciamos. Estas son las cosas que se nos meten en el inconsciente y nos persiguen a cada rato. Por eso estas palabras pueden abrir heridas tan fácilmente. Tenemos que tener cuidado de no darle espacio en nuestra mente, por nuestra propia salud.
En un lugar completamente opuesto están las palabras hermosas. Esas que nos dan fortaleza a quienes las emiten y las reciben. Los efectos secundarios de estas palabras incluyen, pero no se limitan a: éxito, felicidad, satisfacción y entendimiento.
Ser el que emite estas palabras tienes sus ventajas. Es como yo digo, nunca está de más la amabilidad. Decir un "por favor", "gracias" o un simple "buenos días" puede cambiar el resto de tu día. Por ejemplo, si estás en un lugar donde tu imagen cuenta (digamos una entrevista de trabajo, o visitar a los suegros) ser cortés dando los buenos días te hace lucir mejor. Por otro lado, si estás en confianza con alguien y piensas que luce bonita o bonito, déjaselo saber. Quizás esas palabras nos las guardamos por el qué dirán. Baaaah! Dilas. Unas palabras bonitas pueden sanar heridas, cambiarle el ánimo a alguien. Y al hacer sentir bien a alguien, el 100% de las veces, te sentirás mejor contigo mismo. Es como un efecto recíproco.
Al recibir palabras enriquecedoras se crea esta sensación de agradecimiento. Como en esos momentos uno se siente en total armonía con el mundo, le dan deseos de repartir esa sensación. Este es uno de los círculos viciosos más bonitos: repartir palabras bonitas por ahí. No es solo recibir elogios. También es recibir un "disculpa" cuando por accidente te tropezaste con alguien en la tienda. Uno se crea una imagen bonita de la persona y de la sociedad en general. Lo primero que pienso en esos momentos es que mucha gente esta equivocada. La sociedad no esta perdida. Muchos por ahí van haciendo de este mundo uno más bonito haciendo buen uno de las palabras y su capacidad de comunicar.
Lamentablemente, nos hemos acostumbrados a que un insulto salga más rápido que un elogio. Esto se puede cambiar. Empezando por uno mismo, cambiemos nuestra manera de pensar. Hagamos un poquito de esfuerzo por dar los buenos días y dar las gracias a quien nos atiende en el puesto de gasolina. Sigamos repartiendo palabras bonitas por ahí; estas, normalmente, se multiplican.
La palabra es el medio de comunicación que más utiliza el ser humano. Ahora mismo estas leyendo las palabras que salen de dentro de mi. Con ellas podemos expresar lo que sentimos y podemos entender el mensaje que quiere transmitir otra persona. Pero, hay que tener cuidado con ellas. Así como las palabras te pueden fortalecer, te pueden destruir. Cuidado con lo que dices, y aún más con las que recibes. Las palabras, después de dichas, no se pueden borrar.
Emitir palabras hirientes puede ser sumamente dañino para las dos partes. Nosotros como emisores de estas nos sentimos poderosos e invencibles al decirlas. Quizás son parte de un relajo, quizás son por omitir tu verdadera opinión o quizás de verdad sientes la necesidad de decir esas cosas feas. Un "diache, estás engordando" tiene un efecto gigante en quien recibe el comentario. Muchas veces ni cuenta nos damos de decir comentarios así. Por eso digo, hay que tener mucho cuidado cuando utilizamos este tipo de palabras.
También está la versión de quienes recibimos este tipo de palabras. Hay momento en que las personas las pueden recibir, sin problemas, y simplemente ignorar la parte hiriente. Sin embargo, hay momentos en que esos comentarios se quedan dando bandazos en la cabeza. Sobre todo si viene de personas a las que apreciamos. Estas son las cosas que se nos meten en el inconsciente y nos persiguen a cada rato. Por eso estas palabras pueden abrir heridas tan fácilmente. Tenemos que tener cuidado de no darle espacio en nuestra mente, por nuestra propia salud.
En un lugar completamente opuesto están las palabras hermosas. Esas que nos dan fortaleza a quienes las emiten y las reciben. Los efectos secundarios de estas palabras incluyen, pero no se limitan a: éxito, felicidad, satisfacción y entendimiento.
Ser el que emite estas palabras tienes sus ventajas. Es como yo digo, nunca está de más la amabilidad. Decir un "por favor", "gracias" o un simple "buenos días" puede cambiar el resto de tu día. Por ejemplo, si estás en un lugar donde tu imagen cuenta (digamos una entrevista de trabajo, o visitar a los suegros) ser cortés dando los buenos días te hace lucir mejor. Por otro lado, si estás en confianza con alguien y piensas que luce bonita o bonito, déjaselo saber. Quizás esas palabras nos las guardamos por el qué dirán. Baaaah! Dilas. Unas palabras bonitas pueden sanar heridas, cambiarle el ánimo a alguien. Y al hacer sentir bien a alguien, el 100% de las veces, te sentirás mejor contigo mismo. Es como un efecto recíproco.
Al recibir palabras enriquecedoras se crea esta sensación de agradecimiento. Como en esos momentos uno se siente en total armonía con el mundo, le dan deseos de repartir esa sensación. Este es uno de los círculos viciosos más bonitos: repartir palabras bonitas por ahí. No es solo recibir elogios. También es recibir un "disculpa" cuando por accidente te tropezaste con alguien en la tienda. Uno se crea una imagen bonita de la persona y de la sociedad en general. Lo primero que pienso en esos momentos es que mucha gente esta equivocada. La sociedad no esta perdida. Muchos por ahí van haciendo de este mundo uno más bonito haciendo buen uno de las palabras y su capacidad de comunicar.
Lamentablemente, nos hemos acostumbrados a que un insulto salga más rápido que un elogio. Esto se puede cambiar. Empezando por uno mismo, cambiemos nuestra manera de pensar. Hagamos un poquito de esfuerzo por dar los buenos días y dar las gracias a quien nos atiende en el puesto de gasolina. Sigamos repartiendo palabras bonitas por ahí; estas, normalmente, se multiplican.
Palabras bonitas;
- Yaminé Maril Xx
Me pueden encontrar en Facebook dándole "like" a la página,
en mi cuenta creativa de instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
en mi cuenta creativa de instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
Comentarios
Publicar un comentario