Kikboxing
Hola, gente bonita:
En mi box de crossfit están ofreciendo unas clases de kikboxing. Siempre me ha gustado esa disciplina y siempre he querido practicar. Pero soy demasiado cobarde como para meterme con personas que saben de verdad, obtienen cintas y toda la cosa.
He ido varias semanas a las sesiones que tan en mi box y estoy enamorada de esta actividad. Lo hago solo por diversión, no como deporte persé ni nada por el estilo. Es una clase adicional que ofrecen. Y yo, pues, soy la primera que está allí los viernes, lista para dar mis patadas.
Definitivamente tengo espacio de más para mejorar. Sobre todo mis puños que soy medios fofos. Sin embargo, mis patadas no son tan malas. Tampoco soy la mejor... pero de verdad mis patadas no son tan malas. Precisamente hoy, mi coach me dio una retroalimentación bastante positiva de ellas.
Encuentro esta actividad súper divertida. A la hora de pelear (como práctica) con mis entrenadores soy la única que está sonriendo. Todos los demás serios, concentrados en sus movimientos... (Por lo que veo esa es la norma... estar serios en las peleas.) Pero, por alguna razón yo estoy sonriendo y disfrutándome cada puño o patada a su máxima expresión.
Este tipo de actividades diferentes me alegran la vida. Cada vez que lanzo un puño o conecto una patada, una sonrisa se forma en mi.
A mi madre no le gusta porque a veces llego con las manos llena de moretones. Para mi eso no es nada malo. Al contrario, me gusta verlas así. Eso me recuerda la diversión y la libertad que siento durante la clase. Me recuerda que estoy entrenando para ser más fuerte física y emocionalmente. Me recuerda que estos moretones son pasajeros, al igual que cualquier golpe que pueda dar la vida. Actividades como el crossfit, kikboxing o las clases de salsa, son las que me renuevan los pensamientos; los convierten en pensamientos positivos. Cosas así me fortalecen físicamente, pero aún más fuerte se vuelve mi salud mental. El pensamiento que tengo de mi misma va cambiando de manera positiva con cada moretón en mis manos.
Doy gracias a Dios por tener unos entrenadores de 5 estrellas. También porque los compañeros de el gym somos bien unidos. Unos a los otros nos apoyamos y nos motivamos. Se siente súper bien hacer este tipo de actividades donde uno sale de su zona confort. Definitivamente adoro el crossfit... pero el kikboxing es una manera diferente de entrenar, de liberar el estrés y sobretodo de satisfacción personal.
No tiene que ser algo así agresivo. Pero, recomiendo siempre buscar algo que te saque de la rutina y te motive a ir. Que toda la semana tengas esa motivación de que el día se acerca y puedes volver a hacer esa actividad que tanto te divierte.
En mi box de crossfit están ofreciendo unas clases de kikboxing. Siempre me ha gustado esa disciplina y siempre he querido practicar. Pero soy demasiado cobarde como para meterme con personas que saben de verdad, obtienen cintas y toda la cosa.
He ido varias semanas a las sesiones que tan en mi box y estoy enamorada de esta actividad. Lo hago solo por diversión, no como deporte persé ni nada por el estilo. Es una clase adicional que ofrecen. Y yo, pues, soy la primera que está allí los viernes, lista para dar mis patadas.
Definitivamente tengo espacio de más para mejorar. Sobre todo mis puños que soy medios fofos. Sin embargo, mis patadas no son tan malas. Tampoco soy la mejor... pero de verdad mis patadas no son tan malas. Precisamente hoy, mi coach me dio una retroalimentación bastante positiva de ellas.
Encuentro esta actividad súper divertida. A la hora de pelear (como práctica) con mis entrenadores soy la única que está sonriendo. Todos los demás serios, concentrados en sus movimientos... (Por lo que veo esa es la norma... estar serios en las peleas.) Pero, por alguna razón yo estoy sonriendo y disfrutándome cada puño o patada a su máxima expresión.
Este tipo de actividades diferentes me alegran la vida. Cada vez que lanzo un puño o conecto una patada, una sonrisa se forma en mi.
A mi madre no le gusta porque a veces llego con las manos llena de moretones. Para mi eso no es nada malo. Al contrario, me gusta verlas así. Eso me recuerda la diversión y la libertad que siento durante la clase. Me recuerda que estoy entrenando para ser más fuerte física y emocionalmente. Me recuerda que estos moretones son pasajeros, al igual que cualquier golpe que pueda dar la vida. Actividades como el crossfit, kikboxing o las clases de salsa, son las que me renuevan los pensamientos; los convierten en pensamientos positivos. Cosas así me fortalecen físicamente, pero aún más fuerte se vuelve mi salud mental. El pensamiento que tengo de mi misma va cambiando de manera positiva con cada moretón en mis manos.
Doy gracias a Dios por tener unos entrenadores de 5 estrellas. También porque los compañeros de el gym somos bien unidos. Unos a los otros nos apoyamos y nos motivamos. Se siente súper bien hacer este tipo de actividades donde uno sale de su zona confort. Definitivamente adoro el crossfit... pero el kikboxing es una manera diferente de entrenar, de liberar el estrés y sobretodo de satisfacción personal.
No tiene que ser algo así agresivo. Pero, recomiendo siempre buscar algo que te saque de la rutina y te motive a ir. Que toda la semana tengas esa motivación de que el día se acerca y puedes volver a hacer esa actividad que tanto te divierte.
Patadas fuertes;
- Yaminé Maril Xx
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en mi cuenta creativa de instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
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