Recuerdos de Superior: Undécimo
Hola, gente bonita:
Me encanta esta serie de los recuerdos de mis años estudiantiles. Hoy quiero hablar un poquito de mi undécimo grado. Mi escuela estaba pasando por unos cambios; nos cambiaron los uniformes e implementaron algunas reglas. Este fue el año más tranquilo, pero no le resta nada a la diversión y los buenos recuerdos.
Durante este año comencé a usar bultos de ruedias. No se si me equivoco, pero creo que fui la primera en llevar este tipo de cultos a la escuela superior. Para esos tiempos sufrí de muchos dolores de espalda y mi doctor me recomendó cambiar a bultos estilo carrito. A mi me encantaba esto porque mi escuela era de dos niveles y para subir o bajar las escaleras me ayudaban la mayoría del tiempo. Gracias a todos mis compañeros que me ayudaron con mi bultito.
En este año tomé mi clase más detestada: Educación Física. El maestro era súper chévere. Lo que sucede es que siempre he sido malísima en cualquier deporte que requiera coordinación. Hahaha. Sin embargo, me gané la nota haciendo entrenamiento físico: abdominales, push-ups, etc. En esa parte de la clase le comía los dulces a cualquiera de mis compañeros del salón. Tengo recuerdos muy divertidos en ese salón.
Una de las mejores cosas de este grado fueron las tutorías. No, no necesitaba asistencia en ninguna clase. Tampoco ninguno de mis compañeros. Se trataba de 2 horas después de clases donde socializábamos, veíamos películas y hacíamos las asignaciones juntos. Recuerdo muy bien uno de las fiestitas donde teníamos hasta merengue en unas bocinas pequeñitas. También recuerdo cómo lloramos colectivamente mientras veíamos la película "Soul Surfer". Lo interesante de estas tutorías era que todos los estudiantes éramos de grupos diferentes, aún así nos llevábamos súper bien sin drama.
Mi undécimo grado no fue traumatizante como décimo; tampoco fue tan ajorado como duodécimo. Fue la perfecta calma antes de la tormenta. Hahaha. Las próximas entradas serán muy divertida porque el último año de escuela superior fue toda una aventura. ¡Qué rico es recordar la vida de la High!
Me encanta esta serie de los recuerdos de mis años estudiantiles. Hoy quiero hablar un poquito de mi undécimo grado. Mi escuela estaba pasando por unos cambios; nos cambiaron los uniformes e implementaron algunas reglas. Este fue el año más tranquilo, pero no le resta nada a la diversión y los buenos recuerdos.
Durante este año comencé a usar bultos de ruedias. No se si me equivoco, pero creo que fui la primera en llevar este tipo de cultos a la escuela superior. Para esos tiempos sufrí de muchos dolores de espalda y mi doctor me recomendó cambiar a bultos estilo carrito. A mi me encantaba esto porque mi escuela era de dos niveles y para subir o bajar las escaleras me ayudaban la mayoría del tiempo. Gracias a todos mis compañeros que me ayudaron con mi bultito.
En este año tomé mi clase más detestada: Educación Física. El maestro era súper chévere. Lo que sucede es que siempre he sido malísima en cualquier deporte que requiera coordinación. Hahaha. Sin embargo, me gané la nota haciendo entrenamiento físico: abdominales, push-ups, etc. En esa parte de la clase le comía los dulces a cualquiera de mis compañeros del salón. Tengo recuerdos muy divertidos en ese salón.
Una de las mejores cosas de este grado fueron las tutorías. No, no necesitaba asistencia en ninguna clase. Tampoco ninguno de mis compañeros. Se trataba de 2 horas después de clases donde socializábamos, veíamos películas y hacíamos las asignaciones juntos. Recuerdo muy bien uno de las fiestitas donde teníamos hasta merengue en unas bocinas pequeñitas. También recuerdo cómo lloramos colectivamente mientras veíamos la película "Soul Surfer". Lo interesante de estas tutorías era que todos los estudiantes éramos de grupos diferentes, aún así nos llevábamos súper bien sin drama.
Mi undécimo grado no fue traumatizante como décimo; tampoco fue tan ajorado como duodécimo. Fue la perfecta calma antes de la tormenta. Hahaha. Las próximas entradas serán muy divertida porque el último año de escuela superior fue toda una aventura. ¡Qué rico es recordar la vida de la High!
Disfruta la calma;
- Yaminé Maril Xx
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