Primer Crush en Vida Real
Hola, gente bonita:
No se su todavía lo hacen, pero para cuando yo me criaba daban campamentos de veranos en las escuelas públicas. Eran las clases más divertidas. Teníamos actividades todo los días y excursiones todos los viernes. En el verano entre cuarto y quinto grado fui al campamento de la escuela que queda cerquita de mi casa. En el tiempo regular de clases no asistía a esa escuela, así que solo conocía mi tía que era maestra allí.
Los jóvenes de la comunidad que asistían a escuela intermedia o superior tenían la oportunidad de ser voluntarios en el campamentos. De esta manera los maestros podían confiar en un par de ojos extra para velar a los niños y jugar con nosotros.
El año que yo fui, había un muchacho voluntario que estaba como de cuarto año de escuela superior. Él siempre lo asignaban con mi grupo. Era un muchacho alto y de ojos claros. Para los efectos de este blog le vamos a llamar Tigre.
Recuerdo vívidamente que en una de las excursiones dividieron mi grupo con dos cuidadores y me dieron la oportunidad a mi si quería irme de la mano con Tigre o con mi tía. ¿Saben que escogí, verdad? Puede que se imaginen que me fui con Tigre... pues no... me fui con mi tía. Perdí la oportunidad de tomarle la mano a Tigre. Yo creo que esa es una de las muy pocas decisiones de las cuales me arrepiento. No le tomé la mano a Tigre en el Parque de las Ciencias de Bayamón.
Me arrepiento mil veces, pero esto no me detuvo. Al contrario, despertó en mi un deseo. Me propuse que antes de que terminara el campamento me iba a tomar una fotografía con él. Siempre le hablaba a mami de Tigre, ella ya se estaba cansando.
El día de el cierre del campamento hicimos un talent show y ahí estaba yo... vestida como una de las nenas de la novela Rebelde. Pues le hice caso a mi atuendo, me volví rebelde y le pedí que posara conmigo para una foto. Mami nos tomó la foto y aún la tengo.
Tengo que taparle la identidad a este muchacho porque somos del mismo pueblo y se que debemos tener algunos amigos en común y prefiero que no se entere. Naranjito no es un pueblo tan grande.
Tenemos (porque no ha puerto) una diferencia de edad como de 8 años, pero pues... para una niña de cuarto grado eso no tiene importancia. Con la mega diferencia de edad, Tigre es y siempre será mi primer crush en la vida real.
No se su todavía lo hacen, pero para cuando yo me criaba daban campamentos de veranos en las escuelas públicas. Eran las clases más divertidas. Teníamos actividades todo los días y excursiones todos los viernes. En el verano entre cuarto y quinto grado fui al campamento de la escuela que queda cerquita de mi casa. En el tiempo regular de clases no asistía a esa escuela, así que solo conocía mi tía que era maestra allí.
Los jóvenes de la comunidad que asistían a escuela intermedia o superior tenían la oportunidad de ser voluntarios en el campamentos. De esta manera los maestros podían confiar en un par de ojos extra para velar a los niños y jugar con nosotros.
El año que yo fui, había un muchacho voluntario que estaba como de cuarto año de escuela superior. Él siempre lo asignaban con mi grupo. Era un muchacho alto y de ojos claros. Para los efectos de este blog le vamos a llamar Tigre.
Recuerdo vívidamente que en una de las excursiones dividieron mi grupo con dos cuidadores y me dieron la oportunidad a mi si quería irme de la mano con Tigre o con mi tía. ¿Saben que escogí, verdad? Puede que se imaginen que me fui con Tigre... pues no... me fui con mi tía. Perdí la oportunidad de tomarle la mano a Tigre. Yo creo que esa es una de las muy pocas decisiones de las cuales me arrepiento. No le tomé la mano a Tigre en el Parque de las Ciencias de Bayamón.
Me arrepiento mil veces, pero esto no me detuvo. Al contrario, despertó en mi un deseo. Me propuse que antes de que terminara el campamento me iba a tomar una fotografía con él. Siempre le hablaba a mami de Tigre, ella ya se estaba cansando.
El día de el cierre del campamento hicimos un talent show y ahí estaba yo... vestida como una de las nenas de la novela Rebelde. Pues le hice caso a mi atuendo, me volví rebelde y le pedí que posara conmigo para una foto. Mami nos tomó la foto y aún la tengo.
Tenemos (porque no ha puerto) una diferencia de edad como de 8 años, pero pues... para una niña de cuarto grado eso no tiene importancia. Con la mega diferencia de edad, Tigre es y siempre será mi primer crush en la vida real.
Recordando los amores;
- Yaminé Maril Xx
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en mi cuenta creativade instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
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