Historias de la Vida Real Ep.15
El Hombre en mi Baño
Hola, gente bonita:
Este fin de semana fue para turistear con mi Bestie y PuntoComa. Así que, Spoiler Alert, fuimos al Viejo San Juan. En la entrada de mañana compartiré todo lo que pasó este fin de semana, pero hoy les vengo a hablar de la historia más rara que me ha pasado en un baño. Sí, le come los dulces a la historia de el llanto ajeno en el baño de mi universidad.
Tengo que explicar cómo eran estos baños para que después puedan comprender la magnitud de esta historia. Fuimos a una farmacia reconocida internacionalmente, esa que si nombre comienza con W. Okay, ya me entendieron. Pues los baños estaban abiertos al público, pero un empleado tenía que poner un numerito para abrir la puerta. Cuando nos abren la puerta, la gerente nos dice: "En el segundo piso, la tercera puerta a la izquierda." Y los tres nos quedamos como que "Okay, eso es raro, pero dale, gracias". Cuando subimos era un lugar súper solitario. Como una escena de estas películas que se meten por la escaleras de escape para huir de algún peligro. Imagínense ese tipo de escena.
Pues, ellos van al baño (yo no tenía deseos ene se momento) y salimos de lo más contentos porque ya nos vamos a disfrutar de la noche por ahí. Pues, como a los 10 minutos a mi me dan ganitas de ir al baño. Pero unas ganitas encendías. Hahahaha Pues, vamos de esquina a esquina buscando un baño, porque ya habíamos caminado bastante. No encontramos pues volvimos a la misma farmacia. Allá vamos a la misma misión.
La puerta estaba abierta así que yo corrí por mi vida por esas escaleras. Bestie llega al lado mío, porque como eso allí era muy nebuloso, pues para no dejarme ir sola. Cuando llegamos hay un caballero esperando por el baño de los hombre... normal. Pues el me dice que hay alguien en el baño de las mujeres, yo intento abrir la puerta y le digo "pero es que está abierta".
Se supone que si uno abre una puerta de un baño y habla, la persona que esté adentro reaccione de alguna manera... pues, NOOOO. Eso no es lo mejor, lo que sucede es que adentro no había una mujer. estaba un hombre de lo más campante. Y yo cierro la puerta y miro a Bestie. Nuestra cara valía ORO. Espero que el tipo salga, obviamente, y entro con este único miedo. Ooooh y eso no es todo.
Al entrar al baño me doy cuenta de 3 cosas. (1) No bajó la tapa del inodoro. Obvio que ni la toqué al bajarla ni al hacer mis necesidades. Mi entrenador debería estar orgulloso de el squat más hermoso que hice en ese momento, como que mi vida dependiera de eso. (2) No bajó la cadena. Cuando entré ahí estaba lo que salió de su uretra. Mi mano parecía pata de elefante con todo el papel que utilicé para envolver mi mano y bajar la cadena. Y (3), la peor de todas, no se lavó las manos al salir. Gracias a Dios, que yo nunca toco las cerraduras para salir del baño. Un hombre bien asqueroso. Si tenía tanta prisa que se metiera con el amigo en el otro baño, pero que deje mi baño en paz.
Cuando salimos lo primero que hicimos fue contarle a PuntoComa lo que había pasado. Doy gracias que él no nos acompañó al segundo piso porque por poco se pone a buscar al tipo para decirle dos o tres. Hahahaha. Estoy medio exagerando en esa parte, pero en serio le vi la rabia. Hahahaha Pero, yo creo que era más el asco reunido entre nosotros tres, que la rabia que teníamos.
Solo a mi me pasan cosas así en los baños. Ya van dos historias insólitas en menos de un mes. Pero, como mencioné al principio, esta le come los dulces FÁCIL. Si saben de alguna historia así, déjenme saber. me gustaría mucho leer sus historias. No me dejen sintiéndome sola.
Hola, gente bonita:
Este fin de semana fue para turistear con mi Bestie y PuntoComa. Así que, Spoiler Alert, fuimos al Viejo San Juan. En la entrada de mañana compartiré todo lo que pasó este fin de semana, pero hoy les vengo a hablar de la historia más rara que me ha pasado en un baño. Sí, le come los dulces a la historia de el llanto ajeno en el baño de mi universidad.
Tengo que explicar cómo eran estos baños para que después puedan comprender la magnitud de esta historia. Fuimos a una farmacia reconocida internacionalmente, esa que si nombre comienza con W. Okay, ya me entendieron. Pues los baños estaban abiertos al público, pero un empleado tenía que poner un numerito para abrir la puerta. Cuando nos abren la puerta, la gerente nos dice: "En el segundo piso, la tercera puerta a la izquierda." Y los tres nos quedamos como que "Okay, eso es raro, pero dale, gracias". Cuando subimos era un lugar súper solitario. Como una escena de estas películas que se meten por la escaleras de escape para huir de algún peligro. Imagínense ese tipo de escena.
Pues, ellos van al baño (yo no tenía deseos ene se momento) y salimos de lo más contentos porque ya nos vamos a disfrutar de la noche por ahí. Pues, como a los 10 minutos a mi me dan ganitas de ir al baño. Pero unas ganitas encendías. Hahahaha Pues, vamos de esquina a esquina buscando un baño, porque ya habíamos caminado bastante. No encontramos pues volvimos a la misma farmacia. Allá vamos a la misma misión.
La puerta estaba abierta así que yo corrí por mi vida por esas escaleras. Bestie llega al lado mío, porque como eso allí era muy nebuloso, pues para no dejarme ir sola. Cuando llegamos hay un caballero esperando por el baño de los hombre... normal. Pues el me dice que hay alguien en el baño de las mujeres, yo intento abrir la puerta y le digo "pero es que está abierta".
Se supone que si uno abre una puerta de un baño y habla, la persona que esté adentro reaccione de alguna manera... pues, NOOOO. Eso no es lo mejor, lo que sucede es que adentro no había una mujer. estaba un hombre de lo más campante. Y yo cierro la puerta y miro a Bestie. Nuestra cara valía ORO. Espero que el tipo salga, obviamente, y entro con este único miedo. Ooooh y eso no es todo.
Escena de el crimen psicológico: puertas de los baños. |
Al entrar al baño me doy cuenta de 3 cosas. (1) No bajó la tapa del inodoro. Obvio que ni la toqué al bajarla ni al hacer mis necesidades. Mi entrenador debería estar orgulloso de el squat más hermoso que hice en ese momento, como que mi vida dependiera de eso. (2) No bajó la cadena. Cuando entré ahí estaba lo que salió de su uretra. Mi mano parecía pata de elefante con todo el papel que utilicé para envolver mi mano y bajar la cadena. Y (3), la peor de todas, no se lavó las manos al salir. Gracias a Dios, que yo nunca toco las cerraduras para salir del baño. Un hombre bien asqueroso. Si tenía tanta prisa que se metiera con el amigo en el otro baño, pero que deje mi baño en paz.
Cuando salimos lo primero que hicimos fue contarle a PuntoComa lo que había pasado. Doy gracias que él no nos acompañó al segundo piso porque por poco se pone a buscar al tipo para decirle dos o tres. Hahahaha. Estoy medio exagerando en esa parte, pero en serio le vi la rabia. Hahahaha Pero, yo creo que era más el asco reunido entre nosotros tres, que la rabia que teníamos.
Solo a mi me pasan cosas así en los baños. Ya van dos historias insólitas en menos de un mes. Pero, como mencioné al principio, esta le come los dulces FÁCIL. Si saben de alguna historia así, déjenme saber. me gustaría mucho leer sus historias. No me dejen sintiéndome sola.
Lávense las manos;
- Yaminé Maril Xx
Me pueden encontrar en Facebook dándole "like" a la página,
en mi cuenta creativa de instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
en mi cuenta creativa de instagram como @artedentrodemi
y mi cuenta personal de instagram como @yamine_maril
Comentarios
Publicar un comentario