Más de 100 días
Ya van más de 100 días desde el paso del Huracán María por Puerto Rico. Para ser exactos hoy cumplimos el días 105.
Sin embargo, el día 100 marcó un día especial para mi comunidad. Donde vivo hay personas de todas las edades, muchos viejitos y con diferentes condiciones de salud. Vivimos más de 50 familias.
Ese hermoso Día 100, nos re-establecieron el sistema de energía eléctrica.
Estoy sumamente feliz y agradecida con todos los muchachos que trabajaron para que esto fuera posible. Ellos dejaron a sus familias en estas fechas tan especiales solo con el propósito de ayudar a las familias puertorriqueñas. Le agradezco su trabajo y su esfuerzo. Gracias por trabajar con seguridad y cariño por nosotros.
Sin embargo, mi felicidad no tiene que ver con que me puedo arreglar el pelo o que cada vez que le de al interruptor la bombilla prenda. Mi felicidad es por el alivio que debe sentir mi padre. El gasto tan increíble que el tenía entre gasolina y gas para los dos generadores eléctricos que teníamos.
Estos hombres fueron los responsables de que hoy, día 105 después de María, podamos bañarnos con agua clientita. Les agradecimos su esfuerzo y su trabajo con un almuerzo en mi casa. Todos los vecinos nos unimos, cada cual puso su granito de arena y yo me encargué de traducir.
El boricua siempre se une para cosas buenas. En esta ocasión fe en agradecimiento para estos muchachos.
Seguimos subiendo después del embate de María.
Sin embargo, el día 100 marcó un día especial para mi comunidad. Donde vivo hay personas de todas las edades, muchos viejitos y con diferentes condiciones de salud. Vivimos más de 50 familias.
Ese hermoso Día 100, nos re-establecieron el sistema de energía eléctrica.
Estoy sumamente feliz y agradecida con todos los muchachos que trabajaron para que esto fuera posible. Ellos dejaron a sus familias en estas fechas tan especiales solo con el propósito de ayudar a las familias puertorriqueñas. Le agradezco su trabajo y su esfuerzo. Gracias por trabajar con seguridad y cariño por nosotros.
Sin embargo, mi felicidad no tiene que ver con que me puedo arreglar el pelo o que cada vez que le de al interruptor la bombilla prenda. Mi felicidad es por el alivio que debe sentir mi padre. El gasto tan increíble que el tenía entre gasolina y gas para los dos generadores eléctricos que teníamos.
Estos hombres fueron los responsables de que hoy, día 105 después de María, podamos bañarnos con agua clientita. Les agradecimos su esfuerzo y su trabajo con un almuerzo en mi casa. Todos los vecinos nos unimos, cada cual puso su granito de arena y yo me encargué de traducir.
El boricua siempre se une para cosas buenas. En esta ocasión fe en agradecimiento para estos muchachos.
Seguimos subiendo después del embate de María.
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